viernes, 6 de febrero de 2015

Vacaciones sin perros


Después de nuestras vacaciones por Soria planeamos unas vacaciones de unos diez días por tierras aragonesas, catalanas y castellanas. En estas vacaciones no fui con mis perritos y aunque me lo pasé muy muy bien, los eché mucho de menos.

Nuestra ruta constaba de un recorrido por las siguientes paradas: Zaragoza, Tarragona, Barcelona, Jaca y Burgos. En la mayoría de los sitios solo nos quedábamos una noche, y no íbamos a lo turístico sino a dar una vuelta por allí, dejarnos sorprender y a hacer turismo vegano jeje. Sí estamos pensando para nuestras próximas vacaciones estar en un sitio tranquilamente muchos días, en vez de en muchos sitios pocos días. Y así nos podremos llevar a los perritos jeje. 
Nuestro itinerario fue bastante marcado por la cantidad de restaurantes veganos que tenían las distintas ciudades.
Nuestra primera parada, Zaragoza, nos gustó mucho puesto que han abierto dos restaurantes veganos nuevosViva ZaTapa (económico, rico y con tienda vegana) y El Plato Reberde (también económico, platos novedosos y muy ricos). También estuvimos tomando algo en A flama (una taberna vegetariana de muy buen ambiente). Además en Viva Zatapa nos comentaron que estaban recaudando fondos para un nuevo santuario de Zaragoza, Vegan Hope. Nos gusta mucho Zaragoza entre otras cosas por el gran movimiento animalista que se desprende por sus calles.
Tarragona llegamos de noche y dimos una vuelta por el centro histórico (donde además se encontraban en fiestas) y ya descansados por la mañana nos acercamos a la playa. Hacía, qué se yo, como seis años que no mojaba mi cuerpo en aguas saladas. Nos gustó mucho esa playa, arena finita, olas divertidas, tranquilidad… 
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Un paseíto por las rocas dejándonos sorprender…
En Barcelona, vamos a admitirlo, íbamos a ponernos gordis, solo estuvimos una noche y probamos tres restaurantes veganos. Estuvimos en Veggie Garden(económico, sabroso y con platos indios), Juicy Jones (probamos aquí crema catalana) y Gopal (un sitio en plan comida rápida delicioso). Aparte de los restaurantes veganos en Barcelona hay muchísima opción, así encontramos de casualidad un sitio estupendo para desayunar con menú vegano que nos encantó:Santoni. También estuvimos tomando algo en Cat Bar y en Vegetalia
Entramos en un museo de creatividad en las Ramblas donde se proyectaba un cortometraje de Isaki Lacuesta: El Rito, un documental de cómo se sacrifican a los animales en Salt con el rito musulmán.
Después de ponernos las botas llegamos a Tossa de Mar, un pueblo muy bonito, con unas calas increíbles. 
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Era un poco doloroso andar descalzo por allí, jeje. Ahí cogí piedrecitas muy chulas.
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Por el castillo del fondo se puede pasear gratuitamente por todas sus murallas con las increíbles vistas. 
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¡Vaya playa! 
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El paseo hasta Cala Bona era muy bonito, tanto por sus vistas como por el bosque que cruzabas para llegar. De lo mejorcito de todo el viaje, bueno… con deciros que hay quién ha encontrado el sentido de la vida precisamente allí… jeje.
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Bosque y mar. Preciosa conjugación.
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Azul, y es que este mar es azul.
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Un atardecer improvisado camino del pirineo.
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Valle de Arán. Daba igual por donde te perdieras…
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Cardo de algodón.
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Allí donde nace el agua y donde siempre encuentra su camino…
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Atardece en cualquier lago.
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Donde mis ojos no quieren apartar la vista hasta que dejamos el sol atrás.
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Un paseo por las montañas descubriendo lagos glaciares y abriendo los pulmones.
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Creímos que habíamos encontrado la famosa flor Edelweiss en pequeñito, pero descubriríamos más tarde que se trataba de, una hermosa también, hierba del Parnaso.
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También estimulamos el paladar con esta riquísima ración de boletus.
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Nos acercamos a Burgos para comer en un restaurante vegano cerca de la catedral (Gaia) que tristemente encontramos cerrado.
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Al día siguiente estuvimos en el yacimiento de Atapuerca, donde aprendimos y nos divertimos muchísimo gracias a David, que tiene este blog
Fue una gran manera de cerrar nuestro viaje, aprendiendo sobre nuestra historia, acercándonos a nosotros mismos, a conocer de dónde venimos. Aprendimos que evolución no siempre significa a mejor, que precisamente por no ser buenos en nada y ser polifacéticos hemos sobrevivido mejor que otras especies. 
Nos encantó todo, el viaje fue muy completo y volvimos algo más profundos, jeje. 
Os dejo con una canción de Javier Krahe, fortuitamente encontré una canción de él y desde entonces parece que el cuerpo no me pide otra cosa que escucharle y el jueves voy a verle en directo. 

Vacaciones con perros.


Empecé este blog con la intención de hablar, indagar y razonar sobre los temas que me preocupan. Tengo una gran lista de temas, y aún así no he publicado más que fotos de mis perros y mi huerto, jeje. A pesar de lo dicho, aquí va otra actualización de culto.
Antes de nuestras vacaciones a lo grande, estuvimos en septiembre un par de días en una casita rural en las tierras altas Soria, en Molino de Bretún. Nos gustó mucho el lugar porque según abríamos la puerta los perros podían correr a sus anchas, era un sitio muy tranquilo y con encanto. Anteriormente era un molino de agua, y ahora está muy bien restaurado.
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Esta instantánea la tomé en el mismo patio de la casita. ¿Alguien conoce el nombre de esta planta?
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Este es el conjunto de casas que formaban el molino. Desde ahí arriba parte un senderito muy chulo. 
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A imagen y semejanza del sol. De hecho, buscándolo en internet se llama así, cardo sol (Carlina acanthifolia)
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A pocos metros de la casa nos encontrábamos este paisaje.
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El mapa mundi de las rocas.
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Siempre me han dado mal rollo estos bichos, jaja. Se llaman Gerris lacustris
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No había mucha agua porque era finales de verano. ¡Ojo! En la foto hay dos perros, pero una tiene mucha facilidad de mimetizarse con el ambiente. :)
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Este cardo se llama dipsacus fullonum y se encontraba por doquier.
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Descubrimos un sitio muy chulo pero nos empezó a llover. Ya en el coche nos granizó como nunca.
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Por toda la zona se encuentra la Ruta de las Ignitas, donde además de pisadas de dinosaurios encontramos réplicas de tamaño real en mitad del campo :D.
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Sí es cierto que a la vuelta podríamos encontrarnos un poco cansados, pero Lucky se ofreció amablemente a conducir él.
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Un viaje agotador, así que a dormir a pata suelta todo el camino.
Fue un viaje encantador, los perritos lo pasaron muy bien y nosotros también. La zona de las tierras altas de Soria es muy bonita y merece la pena pasar unos días (si vais en temporada de setas, mejor que mejor).

Hilarious


Dice mi hermana que yo soy capaz de sacrificar cualquier cosa por unas risas.
Considero que el humor es un gran artefacto: nos hace la vida más llevadera, nos ayuda a conocernos y a pasar un buen rato. A veces el humor también inspira, te hace reír y pensar. 
Por lo que a veces el humor se mezcla con filosofía, con política, con sociología, con psicología… Con una revolución. 
El humor, como la poesía, también es una herramienta cargada de futuro. Es algo que también exigimos: la alegría. Es algo necesario. 
Minutos de inspiración:
Bill Hicks: La Élite ; Marketing ; Just a Ride  ; 
George CarlinAborto ; El sueño americano
También consultar Bill Maher, Louis CK.
Realmente aquí en España hay poco humor rebelde que yo conozca. Lo que más se le asemeja, después de verle una vez en directo, es Goyo Jiménez. Nos reímos mucho y de nosotros mismos. Y no solo eso, nos hizo reflexionar a carcajadas. Como dijo él salimos reídos y pensados. 
Como nos gustó tanto, acudiremos al próximo monólogo de Madrid, “Evoluzion”. Promete mucho. 
Ah, por cierto, yo también inspiro a personas… ¿y tú? ;)

Mi actual y tercer huerto.


Después de la experiencia del primer año podrías pensar que mi segundo huerto me salió mejor. Lo cierto es que hubo ciertas circunstancias que lo estropearon. 
La primera fue que debido a que empecé a esclavizarme por cuenta ajena, no tenía tanto tiempo para el huerto. Así que compré ya los brotes del vivero. ¡Compré muchas cosas! Tomates, pimientos, acelgas, lombarda, calabacín, pepino, un girasol y… ¡hasta un cerezo!
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Apenas tuve tiempo de sacarle unas fotos porque antes de lo que se esperaba todo fue dramáticamente arruinado…
¿Qué pudo estropearlo todo?
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Eh, hola, no estaréis hablando de mí, ¿verdad?
La protagonista de esta historia es un ser peludo, que llegó por esas fechas, franqueó el perímetro de seguridad y arrancó todo, incluso el cerezo que era de metro y medio. Sobrevivieron malheridas algunas plantas, sobre todo las que crecían bajo tierra. Ese año nuestros frutos recolectables fueron las zanahorias y… novedad, las remolachas. 
También me había afanado en hacer humus orgánico, pero algo también inexplicable esparció todo mi trabajo por la parcela.
Por último este año hemos hecho nuestro tercer huerto… ¿Qué ha podido fallar ahora?, te preguntas.
Hemos mejorado la valla de seguridad anti Kiras, hemos plantado a tiempo… ¡y algunas cosas nos están saliendo hermosas!
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¡El gran éxito de esta temporada! ¡Las cebollas!
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Esto que según mis recientes investigaciones parece que es un calabacín… o quizá un pepino… ¡Dejémonos sorprender por la naturaleza!
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Este melocotonero nos está dando kilos y kilos de dulces melocotones. ¡Lucky y Kira también se los comen!
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Hey bombón, tienes piel de melocotón…
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La lombarda también está hermosa.
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Ya van asomando los primeros tomatotes. 
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Y wow… ¡La primera berenjena!
Además de las lechugas hojas de roble que ya hemos degustado en alguna ensalada…
Entonces… ¿qué es lo que perturba esta vez tu huerto? Algo diminuto, algo que no representaba un peligro, algo que está acabando conmigo… 
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Verdaderas autopistas de hormigas por todo el huerto llevándose el fruto de mi esfuerzo… Han acabado con espinacas enteras, acelgas, se comen la flor de los frutos, marchitan todas las plantas que recién planto… Y solo me están dejando las migajas.
He intentado de todo para disuadirlas: indirectas, amenazas, tapar algún que otro hormiguero, algunas recetas caseras con bicarbonato y vinagre… pero lejos de disuadirlas siguen aumentado y llevándoselo todo. Por último he comprado un producto que no contiene ningún tóxico con el que rocié a la planta. No queda mucha esperanza, ¡pero a ver si dejan desarrollarse un poco a las que me han dejado vivas!
Pero bueno, teniendo en cuenta que no he podido dedicarle mucho tiempo me conformo con probar una berenjena, unas cuantas cebollas, algún tomate y algún calabacín/pepino/lo que sea.
No solo es el huerto y sus frutos lo que me gusta… sino el placer de cultivar con mis manos algo comestible para mí y todos mis allegados… Pasar más rato con mis perros al estar fuera… Ver los pequeños logros de cada día y seguir aprendiendo…
Yo voy al huerto a realmente desconectar, olvidarme de todo y centrarme en lo importante.
Como dice esta sabia frase…
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La jardinería me sale mucho más barata que la terapia, y, eventualmente, me da tomates.

Mi primer huerto.


Cuando se me ocurrió la idea de hacer un huerto estaba sola en casa… No recuerdo por qué, quizá una desacertada búsqueda en Google me llevó a esa idea… y me puse manos a la obra con muchísima ilusión.
Ya llevo tres años haciendo un huerto y el primero fue el más duro, había que empezar de cero, recopilar información, trabajar la tierra… 
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Primero quitamos todas las hierbas…
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Mientras tanto algunas semillas iban creciendo en el semillero… Tenéis razón: creo que me pasé un poco con la cantidad de semillas por huequito. En la foto: lechugas… ¡Qué ilusión me hacía verlas crecer tan verdes y joviales!
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Algo se movía bajo la tierra.
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¡Cómo me fascina observar y entender cómo funciona la naturaleza! Ver como esa semilla tiene concentrada tanta vida esperando a salir… Nunca dejará de maravillarme esto de la vida…
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De un día para otro me encontraba dulces sorpresas.
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Como por arte de magia la vida se expandía. Hasta que un día de viento el semillero voló y solo pude recuperar algunas cosas.
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Después de quitar las hierbas había que remover un poco la dura y seca tierra donde había decidido poner el huerto. Lucky y Blanqui también quedaban exhaustos después de un duro día de trabajo.
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Antes de trasplantar lo que había sobrevivido a los temibles vientos, vallamos el huerto… El enemigo podría estar en casa…
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Después separamos por cachitos donde plantaríamos las distintas cositas… 
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El trasplante a tierra abierta era una operación complicada para unas manos inexpertas.
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¡El milagro volvía a suceder! Oh dios mío, eso eran… ¡zanahorias!
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Pronto aquello se convirtió en una selva de zanahorias.
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Fijaos qué preciosa señorita.
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Creemos que fruto del fortuito vuelo del semillero una tomatera se erigió caprichosamente en mitad del pasillo. 
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De lo que trasplantamos, las lechugas eran lo que mejor prosperaban. Todo lo demás se iba marchitando debido a que era demasiado tarde para trasplantar…
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Aún así hicimos todo lo posible, y procuramos que no tuvieran tanto sol…
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Al otro lado del pasillo, la tomatera intrépida nos daba unos cherries deliciosos.
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Algunos trasplantes tiraban muy bien, pero las heladas llegarían antes que sus frutos. 
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Esta tomatera estuvo meses sin darnos ni un tomate, solo tenía hojas y más hojas, así que dejamos de prestarle atención… Hasta que descubrimos que guardaba relucientes y sabrosos secretos…
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Empezó a asomar un pimiento en el tardío verano..
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Y la lechuga me decía: “¡Cómeme! Voy a reventar”… Pero yo no me atrevía, la conocía desde que era una pequeña semillita…
En resumen, después de todo el trabajo conseguí unos tomates enanos, otros enormes y unas zanahorias. Planté muchísimas cosas más, pero mi inexperiencia y desconocimiento provocó que no fuera del todo fructífero. 
Pero lo mejor fue trabajar la tierra con mis manos, oler la tierra, ver que me hacía tanto bien, pasar mucho más tiempo con mis perros, observar y aprender del circo, perdón, ciclo de la vida, los primeros brotes, los primeros frutos… La increíble compañía y ayuda de mi familia y chico… Maravillarme y sorprenderme… Ver cuán fácil es intentar autoabastecernos como hacían nuestros abuelos, y ver qué poco sabemos hoy en día de la tierra, de lo que nos da absolutamente todo lo que necesitamos.